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jueves, 9 de agosto de 2007

Camino de magia (5ª parte)

Melisandre miró a su padre antes de comenzar su andadura por los peligrosos pasillos de la mazmorra de Payon. Parecía dormido pero su respiración le indicó que, aun con los ojos cerrados, permanecía atento a su historia. Así se lo hizo saber con un suave "Continúa, querida, continúa" y ella prosiguió su relato.

Payon

"Tras pasar una temporada incrementando mi experiencia y mi precisión en el arte de castear y lanzar hechizos (principalmente de con los elementos fuego y agua), decidí que había llegado el momento de ir a Payon.

Esta ciudad se sitúa al este del país y se encuentra rodeada por tupidos bosques que encierran sorpresas desagradables pero, aun así llegué sin incidentes y me dispuse a comprar provisiones para los largos días de entrenamiento. Fue en ese momento, al llegar a la tienda, cuando se produjo el incidente que, en ese momento no lo sabía, iba a cambiar mi suerte. Delante de mí estaba una joven aprendiz de espadachín, vestida con una falda de cuero y una armadura ligera, parecía todo lo femenina que se espera de una chica, sin embargo sus modos eran los propios de su futura profesión, hablaba en tono fuerte y decidido y parecía comerse el mundo tanto que, al salir, se tropezó conmigo. Con un "disculpa" salió de la tienda, dejándome con la curiosidad y un dolor agudo en mi pie derecho al habérmelo pisado con su pesada bota mientras salía.

Compré lo necesario y me dirigí a una de las pensiones de la cuidad a descansar, el día siguiente se presentaba lleno de actividad. Por la mañana me levanté al alba y tomé rumbo a la mazmorra. Fue una sorpresa ver que delante mío iba la espadachina del día anterior y decidí que era el momento de hacer amigos. Me puse a su altura y le saludé...

- Hola, ¿vas a la mazmorra?

- Sí, así es -, dijo mientras me miraba con atención. - Yo te conozco, ayer en la tienda, perdón por el pisotón, tenía prisa.

-Ahm, no es nada, unas vendas, un poco de ungüento y todo solucionado. Me llamo Melisandre y soy de Prontera, encantada de hablar contigo.

- Yo soy Akira Poringkiller y soy universal -, me contestó en todo jocoso. - ¿Qué te trae por aquí? No es muy común ver magos por estos lares.

- Soy una chica intrépida, me gusta lo desconocido y si pretendo llegar a ser sabia y luego profesor, tendré que luchar y pelear para ello y me han dicho que Payon es el mejor sitio para comenzar. Y tú, ¿qué te ha hecho venir aquí? No creo que en los pasadizos de la cueva encuentres muchos porings (nota: el apellido de Akira significa "mataporings" que son unos monstruos de Midgard con forma de bolita de chicle y que sólo sirven para subir experiencia en los primeros niveles del juego).

- La verdad es que no, pero al igual que tú, soy intrépida y ambiciosa además, quiero llegar a ser paladín con lo que tendré que enfrentarme a todo tipo de criaturas y Payon es uno de los mejores sitios por tener gran variedad y tipos de monstruos diversos.

Continuamos hablando hasta llegar a nuestro destino. Dejamos nuestras pertenencias en una pequeña tienda de campaña que instalamos en el bosque cercano y nos preparamos para el día de entrenamiento. Durante el camino habíamos decidido que trabajaríamos juntas y que nos ayudaríamos a lograr nuestro objetivo final, aquello fue el comienzo de una amistad que todavía hoy dura. En los años de lucha espalda contra espalda ambas hemos salvado la vida de la otra en varias ocasiones y, aunque ahora llevemos caminos diferentes, en el fondo de mi corazón siento que la veré muy pronto."

Melisandre miró a su padre. Ahora sí parecía haberse quedado dormido así que decidió que era el momento de dejar el relato y salir de la habitación para dejarle descansar. Fue al girarse cuando la vio. Su madre estaba de pie, apoyada en el quicio de la puerta. No la había oído entrar ni tan siquiera había notado su presencia, y eso que era una de sus mejores habilidades, pero ahí estaba, mirándola fijamente con los ojos llenos de lágrimas. No sabía como reaccionar, habían sido muchos años de escaso, prácticamente nulo trato y ahora se le hacía difícil hablar a la que le diera la vida, sin embargo y, sin darse cuenta, de su boca salió un "Hola madre, ¿cómo estáis?" en un tono cortés y respetuoso.

Su madre la miró. Seguía siendo muy atractiva, aun con la cara llena de arrugas de expresión y el pelo canoso, seguía teniendo el porte regio de su familia y los ojos expresivos y vivaces que ella tanto admiraba de su abuelo, entendía perfectamente porqué su padre la había amado y amaba como lo hacía. Con voz llorosa le dijo:

- Gracias por venir a ver a tu padre.

- No es nada, se lo debo por todo lo que sacrificó y sufrió para ver convertido mi sueño en realidad. Me siento orgullosa de lo que soy gracias a él porque creyó en mí. - Lo dijo sin reproche, tan sólo era la verdad y, para su sorpresa su madre le contestó:

- Lo sé y por eso lo siento. Lo siento tanto, siento no haber sabido valorarte en tu justa medida, siento haber sido una madre autoritaria que intentó imponerte lo que a ella misma le impusieron, siento haberte perdido como hija. Lo siento. - Su voz se iba tornando más quebradiza por la emoción a medida que pronunciaba esas palabras, tras lo cual salió de la habitación, prácticamente corriendo.

- Madre, - llamó Melisandre. Su madre se paró en el pasillo y giró levemente la cabeza. - También me siento orgullosa de ser tu hija, soy lo que soy gracias a ambos y de ambos aprendí que tengo que seguir mi corazón y mi camino y..., te sorprendería saber que soy una de las mejores sabias haciendo pociones de curación.

Su madre se giró y la vio con los brazos abiertos. Madre e hija se fundieron en un largo y profundo abrazo. Al otro lado del pasillo un herrero miraba la escena, en su cara se veía una gran sonrisa mientras una lágrima descendía por su mejilla.

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Continuará

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2 comentarios:

Patata Piloto dijo...

¡Siiiii! El reencuentro esperado!!! Y su madre parece un cacho pan!!! Ains, qué tierno. Me gusta mucho cómo enlazas el relato con la historia de Melisandre en su casa. :D Continúa!!

Isa-chan dijo...

Jeje, me alegra saber que la espera ha merecido la pena. Hoy en el tren se me han ocurrido dos líneas por donde seguir la historia..., ya veré cuál desarrollo primero (esto del tren es una maravilla xD)



Para mi cumple falta...

Ideas // Ideas

Un hombre con una idea nueva es un loco hasta que la idea triunfa // A man with a new idea is a mad till the idea has success Mark Twain



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